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El intercambio en el que participe en Hungría era el primero y la verdad que no sabia muy bien que esperar. Tras un par de horas en tren desde Budapest, llegue a Pécs junto con María, una chica muy maja de Sevilla que también participó en el intercambio. Juntos nos dirigimos al punto de encuentro con el resto de participantes.
Nada más llegar nos lanzamos una mirada cómplice, los diez días que teníamos por delante prometían, la organización de acogida había reservado un hostal entero para todos los participantes y la atmósfera que se respiraba en él cuando llegamos era estupenda. 35 chicos y chicas jóvenes de seis nacionalidades diferentes( Italianos, Búlgaros, Turcos, Rumanos, Húngaros y Españoles) dispuestos a compartir experiencias y aventuras.
La verdad que los diez días fueron geniales. El lugar donde se llevaban a cabo las actividades estaba a 5 minutos del Hostal caminando, y era un edificio con varias plantas, un patio y una gran zona común. En cada una de las plantas se realizaban talleres con materiales reciclados, donde te enseñaban multitud de cosas: desde hacer libros a mano, tejer y componer tus propias mochilas, bolsas o estuches, hacer pendientes y collares, hacer marionetas o subir al ático y dar rienda suelta a tu inspiración creativa en el taller de dibujo y artes plásticas.
Todas estas actividades tenían lugar por la mañana y un par de horas después de la comida, dejando tiempo libre de sobra para poder aprovechar la ciudad y salir todos juntos de cervecitas. Además hicimos un par de excursiones interesantes, la primera de ellas a un lago y la segunda a un pueblo cercano.
Una experiencia muy buena y recomendable, que me ha hecho repetir y participar en otro par de intercambios y estar pensando actualmente en hacer un EVS. Aquí os dejo unas imágenes de mi viaje.